lunes, 4 de julio de 2011

Amparo Serrano y su Distroller


Con $10,000 pesos en la bolsa Amparo Serrano, Licenciada en Diseño y Comunicación Gráfica de la Anáhuac del Sur en la Ciudad de México; decidió hacer un chamoy tan ácido que destruyera el estómago...su intento fracasó, pero registró Distroller , la marca con la que 10 años después cambiaría la golosina por la Virgen de Guadalupe, "mostros" antipesadillas y muñecos nonatos (sigotos, nombre de los juguetes) y neonatos.

La aventura de Amparo, diseñadora mexicana de 45 años,inició en 1999 en Nueva York, donde por hobby pintaba platos de cerámica, después regresó a México y se compró un horno para crear las piezas. "Un día le pinté un plato a mi esposo que contaba la historia de cómo nos conocimos (...), lo presumíamos con las visitas y todas quedaban tan encantadas que comenzaron a pedirme piezas para eventos especiales", recuerda Serrano.

Entonces Amparo pasaba largas horas diseñando cada pieza por la que no cobraba un solo centavo, hasta que un par de amigas decidieron organizarle un negocio con el que pudiera comercializar sus creaciones. Su primera oficina fue un préstamo de su mamá, y con las ventas de los primeros platos compró más materiales que le permitieran hacer nuevos productos para el localito de "regalos no chotiados hechos a la medida", como lo bautizó.

"Todo lo que veo lo transformo en una caricatura, no sé dibujar otra cosa (...) así que este negocio en realidad es una bendición porque para mí era un desahogo con el que ahora puedo ganarme la vida y seguir con proyectos que me llenen", afirma.

Para la primera de las 30 tiendas que actualmente tiene en México, EU, Latinoamérica y Europa, Amparo invirtió cerca de $100,000 pesos que salieron de las ventas acumuladas. A pesar del éxito de sus primeros productos que básicamente eran vajillas, tazas, portarretratos y objetos de madera, el verdadero boom de Distroller llegó dos años después de la mano de "su madrina", como llama a la Virgen de Guadalupe.

Virgencita plis, Cuídame!!
En un viaje a Guatemala, Amparo vio una medalla de la virgen morena que vendía un artesano, pero estaba tan chueca que no pudo olvidarla: "Pensé que Picasso era un mago del realismo ante aquella imagen y la caricatura vino a mi mente".

Fue así como surgió la caricatura que impulsaría a Distroller a ser una de las marcas más reconocidas no sólo en México, sino en lugares como la India, España y EU. Acompañada de la caricatura de la virgen de Guadalupe, cada producto llevaba una leyenda de las peticiones de la misma diseñadora, desde un "Virgencita plis cuídame", hasta "Cuida mi lana". Aunque ha recibido muchas críticas por el uso de imágenes religiosas, además de la Virgen del Tepeyac están la de Los Lagos y La Macarena, ella afirma que son un homenaje y agradecimiento por la cosas buenas que ha tenido en la vida.

De boca en boca
Actualmente Distroller tiene una línea de más de 2,500 productos, entre joyería, cojines, artículos escolares, para el hogar, juguetes, galletas, dulces y ha creado diseños para pañuelos desechables, toallas sanitarias, galletas, la Rosca de Reyes de Walmart y netbooks para Cablevisión. Cuando se le cuestiona sobre cómo ha tenido tanto éxito una empresa que empezó de la nada y prácticamente sin ninguna publicidad, Amparín es enfática:

"Cuando algo está bien hecho y satisface al cliente no necesitas más publicidad que la recomendación de boca en boca (...), esa es la mejor mercadotecnia".

Y cuando se trata de satisfacer al cliente, esta emprendedora mexicana sabe de lo que habla: a pesar del crecimiento inesperado de su negocio, aún se toma el tiempo como en sus inicios de atender a un comprador que necesita algo específico. "Más que una cita es como una entrevista psicológica, porque no puedo diseñar algo si no sé cómo se siente, para qué lo quiere, qué impresión va a causar... cada diseño cuenta una historia, buena o mala, pero cuenta una historia".

Rumbo al cielo
En 2008 Distroller dio otro paso fundamental para su crecimiento: entró a Walmart comercializando productos con diseños de productos que no se podían vender en la tienda, como artículos higiénicos o comestibles. En 2009 la historia se repitió con Palacio de Hierro, donde Distroller tiene presencia a través de pequeñas boutiques. En ambos casos, fueron las empresas quienes buscaron a Amparo Serrano para establecer una relación comercial.

Entre las ventajas que le ofrecen estos importantes escaparates está la posibilidad de vender productos que no le reditúen una ganancia monetaria, pero que son parte importante de su compromiso con la manufactura de las tradiciones mexicanas. La mayoría de sus artículos son hechos a mano, ya sea por ella o en talleres donde se pintan la cerámica y la madera. Para los "mostros" antipesadillas recurre a los tarahumaras, y para los cojines de vírgenes a las monjas carmelitas.

Estos productos tienen un mayor costo y son más caros, por lo que le permiten venderlos gracias a la comercialización de otros artículos que se manufacturan en China. "La gente me pedía precios más baratos y pensé: ¿quieren cosas más baratas?, ¡pues serán chinas!, pero no sacrifiqué productos tradicionales donde bajo ningún concepto regatearía el precio de lo hecho a mano", asegura.

Las copias
En cuanto a la piratería, Amparo se declara atada de manos. Le indigna que otros se hagan ricos con sus diseños, ya que estos productos son muy populares en tianguis y bazares, pero debido al ‘ingenio mexicano' es poco lo que puede hacer: con sólo cambiar el rostro o agregar una nariz o un lunar basta para decir que no pertenecen a Distroller. Entre los proyectos futuros de la diseñadora, se encuentran el lanzamiento de una línea de ropa "para todas las edades y gustos" y la creación de nuevos productos para Walmart.

Amparo está convencida de la importancia de lo que ha creado, por lo que luego de 10 años y con $10,000 pesos de por medio en su naciente Distroller. Nos dice "el diseño mexicano emprendedor existe, es real y las recompensas son enormes. Sin duda mucho del éxito es observar lo que ocurre en cualquier contexto cultural, conocer las exigencias y demandas del público, aprovechar el momento y tener mucha pasión por el diseño".

Visita la página oficial de Distroller

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Motivadora historia dentro del campo del diseño y la ilustración. Antonio Mendoza

Unknown dijo...

Muy bonita historia, su éxito se debe a que tiene a la mejor madrina La Virgen de Guadalupe y al talento que tiene. Me encanta esta marca porque soy muy devota de la Virgen y así puedo comprar todo lo que salga con su imagen, especialmente los cuadernos.
Lucy Solera Costa Rica.